Los medicamentos están diseñados para ayudarnos a mejorar nuestra salud, pero en algunas ocasiones pueden provocar efectos secundarios inesperados. Estos pueden variar desde molestias leves, como somnolencia o malestar estomacal, hasta reacciones más graves, como alergias o alteraciones en el ritmo cardíaco.
En México, es importante saber cómo actuar correctamente si experimentas alguno de estos síntomas tras tomar un medicamento.
1. Identifica los síntomas
Lo primero es reconocer si lo que estás sintiendo puede estar relacionado con el medicamento. Algunos efectos secundarios comunes incluyen:
Náuseas o vómito
Mareo o dolor de cabeza
Erupciones en la piel
Dolor abdominal
Cambios en el estado de ánimo
Dificultad para respirar (en casos graves)
Lleva un registro del nombre del medicamento, la dosis, la hora en que lo tomaste y los síntomas que presentaste.
2. Suspende el uso (si es necesario)
Si el efecto es leve, puedes esperar a ver si desaparece en poco tiempo. Pero si el malestar es intenso o pone en riesgo tu salud, suspende su uso inmediatamente. No tomes otra dosis sin antes consultar a un profesional.
3. Consulta a un médico o farmacéutico
Acude con tu médico tratante o consulta en tu farmacia de confianza. En México, muchas farmacias cuentan con orientación médica gratuita. Lleva contigo el empaque o receta del medicamento para facilitar el diagnóstico.
4. Reporta el efecto adverso
En México, puedes reportar los efectos secundarios de un medicamento ante la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) a través de su plataforma de farmacovigilancia. Esto ayuda a mejorar la seguridad de los medicamentos y prevenir riesgos en otros pacientes.
¿Dónde hacerlo? Puedes ingresar a: www.gob.mx/cofepris y buscar el formulario de “Reporte de Reacciones Adversas”.
5. No te automediques
Aunque tengas síntomas conocidos o similares a los de otras personas, no todos los organismos reaccionan igual. Evita tomar medicamentos por tu cuenta, especialmente si ya has tenido una reacción adversa previa.
Conclusión
Tener efectos secundarios por un medicamento puede ser una experiencia incómoda o incluso peligrosa. Saber cómo reaccionar a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación segura y una complicación. Siempre que tengas dudas, acude a un profesional de la salud y no ignores las señales de tu cuerpo.